viernes, 12 de febrero de 2010

De vuelta al blog...

Han pasado meses desde que publiqué mi último post (no seré buena bloguera, pero espero al menos ser buena socióloga...). La verdad es que me cuesta bastante preparar posts para el blog y hace tiempo que lo ando posponiendo. Lo que finalmente me convinció de la necesidad de retomarlo fue un encuentro con otro sociólogo del mundo web 2.0 que acaba de sacar su blog de campo. Así que los dejo con el último resumen de mi proyecto de tesis, que acabo de mandar al IEP como parte de mi solicitud de afiliación. ¡Crucen los dedos! Agradezco a Álvaro Sialer, autor (o como preferiría él mismo: "blogógrafo") responsable del alvariblog, por su como siempre impecable correción de estilo. Álvaro y yo tuvimos una conversación interesante sobre la terminología blog (o bloguera o bloguística). Finalmente opté por el término "blogger" para describir a quienes escriben en un blog, porque ambos coincidimos en que es el término que más se usa en el Perú - osea, en términos etnográficos: el término émico. ¿Ustedes, qué piensan? Se reciben comentarios de todo tipo.

Una etnografía del blogging político en el Perú post conflicto
Franka Winter


Mi proyecto de tesis trata los usos y significados políticos de las nuevas tecnologías de comunicación (redes sociales y blogs) en el Perú contemporáneo. Estoy especialmente interesada en la relación que dichos usos y significados tienen con problemas de memoria, justicia y reconciliación. El Perú es un caso particularmente interesante, tanto por disponer de una blogósfera muy activa y metida en temas políticos, como por su pasado reciente y los debates que se han generado en torno de las políticas de la memoria.

Los blogs —políticos tanto como de contenido más “personal”— han sido el objeto de varios estudios. No obstante, la mayoría de dichos estudios se centra en los usos de los medios sociales o en los Estados Unidos y países europeos, o en Estados altamente represivos, como China o Irán. Los resultados obtenidos de dichos contextos son de utilidad limitada para comprender las dinámicas de los medios sociales en el Perú, donde los contextos histórico y social son muy distintos. Para las sociedades de América Latina, existen todavía muy pocos estudios.

Mi punto de partida es la observación que se ha hecho sobre cómo los medios sociales (p.e. los blogs, las redes sociales como Facebook y Hi5, y los servicios de microblogging, como Twitter) se están volviendo un elemento de la rutina diaria y un medio de comunicación cada vez más importante para los adolescentes y jóvenes adultos en los centros urbanos del Perú (IOP-PUCP 2009). Su creciente popularidad los convierte en herramientas poderosas para la negociación de las políticas post conflicto y para la construcción de narraciones sobre el período de la violencia política y el autoritarismo en el Perú. A través de este proceso, sus autores, los/las bloggers, se convierten en actores influyentes en la sociedad civil. Al mismo tiempo, los medios sociales suelen ser percibidos como “más democráticos” o “más independientes” que los medios tradicionales. Mientras los/las bloggers comentan sobre todo tipo de noticia, muchas veces simultáneamente crean un discurso político en torno a sus propias prácticas. Un discurso blogger. Dicha coproducción de significados fue especialmente prominente durante los sucesos de Bagua de junio del 2009, cuando la importancia de los medios sociales (sobre todo los blogs y Twitter) para informar a la población fue enfatizada en la blogósfera nacional. La creación discursiva de un estatus privilegiado de los medios sociales es particularmente interesante en una sociedad como la peruana, donde parte de los medios tradicionales estaban involucrados en respaldar un régimen autoritario y corrupto (Conaghan 2002). No es de sorprender, pues, que la blogósfera peruana haya provocado tanto entusiasmo como oposición e intentos de regulación, sea a través de medidas legales (como en el caso de la llamada “ley mordaza”1) o en forma más gubernamental (para ceñirnos al concepto foucaultiano), apelando al sujeto responsable (como lo propuso el Arzobispado de Lima al describir el “Primer Congreso para Estudiantes Universitarios sobre Redes Sociales – Linkéate” como un evento cuyo objetivo principal consistía en “promover el debate sobre […] estas herramientas, fomentando el uso correcto y el desarrollo de una estructura moral consistente que genere […] una cultura de ética y respeto” (LINK 2009)).

El potencial de los medios sociales para formar y transformar el discurso público es resaltado por las reacciones que han provocado. Sin embargo, al contrario de las entusiastas expectativas en los estudios tempranos del Internet (p.e. Hine 2000; Jordan 1999; Plant 1997), el grado de “democratización” de la esfera pública que la aparición de los medios sociales efectivamente ha generado es cuestionable. Aunque los datos que se han generado al respecto aún son pocos, parece verosímil que las limitaciones del acceso al discurso público son reinventadas antes de resueltas en el Internet (Sifuentes 2009). Aparentemente, este es el caso tanto en un nivel cuantitativo como cualitativo; en términos cuantitativos, de acuerdo con los resultados del INEI, la “brecha digital” en la sociedad peruana es formada por niveles de educación, lengua materna, género, edad y área de residencia (rural, urbana, o capitalina) (INEI 2009). Si bien el informe no menciona el ingreso del hogar como variable importante, la inmensa brecha digital entre niveles de educación y la correlación general entre el nivel de educación2 y el ingreso del hogar implica que los aspectos económicos también constituyen una variable importante. Dichas brechas persisten a pesar de que el número relativo de usuarios del Internet en el Perú es mayor que el promedio de la región, gracias a la creación de una red de cabinas públicas que convirtió al Perú en “un líder mundial en términos de usuarios que acceden al Internet en sitios públicos” (Paul Budde Communication Pty Ltd. 2009). Pero la brecha digital también es cualitativa: parece que los usos culturales de las tecnologías (la cuestión por el “cómo” más bien que por el “si” se usa una tecnología) difieren bastante. Dichas diferencias se producen en un nivel más sutil de los procesos de construcción de redes sociales y discursos públicos. Por ello, es importante prestar atención a cómo la desigualdad social es negociada, reproducida o cuestionada en los medios sociales. Dicho análisis debe ir más allá de celebrar la libre disponibilidad de los servicios TIC para “casi todo el mundo”, reduciendo problemas de desigualdad a cuestiones de acceso a la tecnología.

El proyecto se centra principalmente en dos aspectos del blogging político: primero, en la construcción discursiva de la práctica bloguística en relación con las políticas post conflicto, tanto por los/las mismos bloggers como por la sociedad en general (en otras palabras: cómo se atribuyen significados a la práctica bloguística dentro de un contexto histórico específico); y segundo, en la práctica bloguística como hecho social que se produce dentro de un contexto social más amplio y que reproduce, cuestiona o transforma dichas estructuras (o, en otras palabras: los usos sociales de la tecnología y los efectos que producen sobre estructuras más amplias). En pos de resolver dichas preguntas, mi proyecto se centra en la tríada de los blogs (como artefactos culturales y herramientas para la construcción de identidades, discursos y autoridad), los/las bloggers (sus percepciones de lo que están haciendo, sus éticas y las subjetividades morales que construyen), y el blogging (como práctica social y construcción discursiva).

Antes de una realidad separada, comprendo las culturas en línea como arraigadas en un contexto social, político, económico e histórico, y relacionadas con procesos y estructuras sociales off-line. La interdependencia múltiple de lo “virtual” y lo “real” y su convivencia en un solo mundo social demuestran las limitaciones de circunscribir el trabajo de campo a una de las dos “esferas”. Los conflictos sobre el significado de las prácticas bloguísticas traspasan las supuestas fronteras entre lo “real” y lo “virtual” y son negociados tanto on como off-line. Por lo tanto, centrarse exclusivamente en los espacios virtuales resultaría en un entendimiento muy limitado de lo que significa bloguear en una sociedad post conflicto. Por ello, conducir trabajo de campo en múltiples sitios (“virtuales” y “reales”) me parece lo más prometedor. Espero realizar entrevistas con varios/as bloggers, y conducir observación participante lo más a menudo posible. Por razones pragmáticas, mi definición de la práctica bloguística es más bien amplia, incluyendo el uso de servicios de microblogging y redes sociales. Esta definición amplia se explica por la pluralidad de los usos de los medios sociales y permite la inclusión de sitios en Facebook como No a Keiko3, A favor del escuadrón de la muerte4 y ciertas celebridades de la blogósfera nacional que se centran en comentar sobre los posts de otros bloggers antes que mantener su propio blog.

[1] La llamada “ley mordaza” fue un proyecto ley que pretendía regular el derecho a la rectificación en el periodismo, e hizo mención especial del periodismo en línea, un acto que fue percibido por muchos bloggers como una amenaza abierta y que provocó una polémica en la blogósfera nacional.

[2] Un 81,6% del total de los encuestados con nivel de educación superior universitaria afirmó que usaba Internet, mientras que solo un 1,6% de los encuestados con educación primaria o menos nivel educativo respondió de la misma manera.

[3] Una iniciativa ciudadana cuyo objetivo consiste en impedir que Keiko Fujimori gane las elecciones presidenciales en el año 2011. La página apareció primero en Facebook, ganando hasta la actualidad cerca de 25.000 miembros, y luego se trasladó a varios otros medios sociales. La página en Facebook fue bloqueada varias veces por Facebook.

[4] Un grupo que apareció en Facebook en diciembre del 2009 en el contexto de reportes en los medios sobre un escuadrón de la muerte en Trujillo, pero fue rápidamente bloqueado y removido por Facebook. Los miembros del grupo defendieron la necesidad de los escuadrones de la muerte para garantizar la seguridad ciudadana en la ausencia de fuerzas de seguridad eficientes.


Bibliografía

Conaghan, Catherine M. (2000) “Cashing in on Authoritarianism: Media Collusion in Fujimori’s Peru”, The Harvard International Journal of Press/Politics, 7 (1): 115-125.

Hine, Christine (2000): Virtual Ethnography. Londres: SAGE.

INEI (2009): Las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares, Trimestre: Julio - Agosto - Setiembre 2009, Informe técnico N° 04, diciembre de 2009. <http://www.ongei.gob.pe/publica/indicadores/hogares/TICH-JUL2009-SET2009.pdf>, consultado el 11/02/2010.

IOP-PUCP (2009): Estado de la Opinión Pública, “Uso y percepción del Internet”. Septiembre de 2009. <http://www.pucp.edu.pe/iop/files/sondeo_45.pdf>, consultado el 11/02/2010.

Jordan, Tim (1999): Cyberpower. The Culture and Politics of Cyberspace and the Internet. Londres / Nueva York: Routledge.

LINK (2009): Congreso. <http://www.linkeate.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=1&Itemid=2>, consultado el 11/02/2010.

Paul Budde Communication Pty Ltd. (2009): Peru - Convergence, Broadband & Internet Market - Overview, Statistics & Forecasts. <http://www.budde.com.au/Research/Peru-Convergence-Broadband-Internet-Market-Overview-Statistics-Forecasts.html>, consultado el 11/02/2010.

Plant, Sadie (1997): Zeroes and Ones: Digital Women and the New Technoculture. Nueva York: Doubleday.

Sifuentes, Marco (2009a): “Buscando aguarunas en Facebook”, Perú 2.1, <http://blogs.peru21.pe/peru2punto1/2009/06/hace-algunos-meses-hubo-en.html>, 13/06/2009, consultado el 25/01/2010.